El yoga terapéutico es recomendable para todo aquel que quiera la superación de problemas a nivel físico de una forma completamente natural, gradual y muy fácil. Lo natural de esto se basa en que solamente utilizarás a tu cuerpo para la curación, es fácil por el hecho de que es un yoga cuyo objetivo es curar tu molestia física y por ende las posturas que deberás realizas no son de gran dificultad.
Es gradual ya que irás notando mejoras con el transcurrir de los días, irás sintiendo como la molestia va disminuyendo hasta que notes que te curaste por completo.
Desde un punto de vista generalizado, practicar yoga así sea el tradicional, es bastante terapéutico ya que ejercitarse basándose en la disciplina del yoga y meditando habitualmente, es bastante eficaz para lograr equilibrar el físico y tener armonía mental.
Aunque claro, no es lo mismo el yoga terapéutico y el yoga tradicional, debido a que el primero su filosofía se centra en el ámbito fisiológico y anatómico del cuerpo humano, para que la práctica pueda ser adaptada basándose en las características del organismo de la persona para que así equilibre su físico individualmente.
Las sesiones del yoga terapéutico tienen mayor suavidad y menor exigencia que una sesión del yoga tradicional, y se le brinda más atención a relajarse y meditar, ya que la relajación por si sola ya es considerada como terapéutica.
En este tipo de yoga la finalidad es que puedas superar la molestia que tienes en el cuerpo, y de la intensidad de la misma dependerá si necesitarás practicar yoga todos los días a la semana por lo menos 10 minutos, mientras que en otros casos solo bastará con practicarlo 3 días a la semana.
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¿En qué se basa el yoga terapéutico?
En el yoga terapéutico, se le da gran atención a que se alinee correctamente el cuerpo con las asanas de yoga, y se hace uso de distintos tipos de apoyo tales como sillas, paredes, mantas, etc. Otra gran peculiaridad del yoga terapéutico respecto a l yoga convencional es que las sesiones son personalizadas para cada persona dependiendo de su afección, y como máximo se realizan sesiones con grupos de personas muy reducidos. Practicando esta modalidad de yoga se puede obtener un equilibrio de lo que se haya desajustado físicamente, y contribuye en la mejoría de las afecciones del organismo y de la mente.
Es importante tener en cuenta que cada persona tiene una organización mecánica muy diferente al resto. Por esta razón, cada individuo presenta anormalidades y asimetrías únicas en los huesos y en la tensión de los músculos, inclusive esto puede ocurrir sin que las personas se den cuenta, como por ejemplo teniendo un hombre de mayor altura que el otro.
Todas estas anomalías en los huesos y las articulaciones hacen que los músculos respondan lo mejor posible para poder conservar el buen funcionamiento del cuerpo a pesar del desequilibrio. Las tensiones que pueda haber y los problemas mecánicos en las articulaciones son la causa de todas las molestias que se puedan sentir.
Por consiguiente, con el yoga terapéutico se puede tratar a las dolencias, específicamente desarrollando a la conciencia despierta, y considerando que el organismo por su propia cuenta posee con todos los elementos necesarios para auto-equilibrarse y auto-regularse.
Beneficios del yoga terapéutico
- Fortalece los huesos: Según diversas investigaciones realizadas, se determinó que el yoga terapéutico es capaz de aumentar la densidad de los huesos en la adultez, y esto es fundamental para que los huesos tengan buena salud. Por lo tanto, al practicar esta disciplina con regularidad tendrás huesos más fuertes y menos posibilidad de sufrir una fractura.
- Optimiza tu equilibrio: En la gran mayoría de las posturas del yoga es necesario tener equilibrio, sin embargo si el equilibrio no es tu punto fuerte tampoco es problema alguno, ya que éste lo irás optimizando poco a poco hasta lograr tenerlo.
- Mejorar postura y flexibilidad: Las molestias, tensiones musculares y dolores en la espalda, en la mayoría de los casos es producto de tener una mala postura, sin embargo con el yoga es posible conservar en excelente estado a la columna vertebral por lo que al mismo tiempo se mejorará la postura.
- Brinda protección a las arterias y adelgaza: Las personas piensan que el hecho de bajar de peso solo es útil para lucir un mejor físico, y esto no es del todo cierto ya que cuando se tiene menos grasa en el cuerpo significa que tus articulaciones y músculos tienen que soportar menos peso cuando estás parado o en movimiento.
- *Mayor capacidad para tus pulmones: Como en el yoga juega un papel fundamental la respiración, esto es de gran utilidad para la capacidad de los pulmones, específicamente los ciclos de respiración que se llevan a cabo en el yoga.
Posturas del yoga terapéutico
- Urdhva Hastasana (apoyándose de la pared): Esta postura del yoga terapéutico es excelente para estirar la espalda y para la corrección de la postura, por lo que se estará evitando tener ‘joroba’. Lo único que deberás hacer para ejecutar esta asana es colocarte en delante de una pared, levanta tus brazos y pon tus manos apoyándolas en la pared. Tendrás que subir lentamente, primero lo haces con una mano y después con la otra. Cuando levantes la primera mano debes inhalar, cuando levantes la otras procedes a exhalar. Cuando ya estés lo suficientemente arriba, deberás elevar los talones para así estés mucho más alto, en esta posición vuelve a estirarte todo lo que puedas.
- Pierna y brazos opuestos: En esta postura se necesita de mucho equilibrio, por lo que es completamente normal perderlo al inicio, por ende se sugiere que apoyes tu mano o tu pie en una silla o en una pared. Si escoges que tu apoyo sea una silla, es importante que esta sea baja, que su altura no supere el nivel de tu espalda, ya que así se forma una línea entre el brazo o la pierna y la espalda. Para la ejecución de esta postura debes colocarte sobre la esterilla de rodillas, apoyar tus manos y que se encuentren a la anchura de tus hombros. Levanta el brazo izquierdo que quede paralelamente al piso, igual mente eleva tu cabeza la cual debe quedar en dirección al frente. Ahora elevas la pierna derecha, para que se pueda formar la línea conjunto a tu brazo izquierdo y tu espalda. Inspiras por 5 segundos, aguantas la respiración por 10 segundos y luego expulsas el aire. Cuando finalices, repites el mismo procedimiento con el brazo y pierna contrarios.
- Ardha Uttanasana (apoyándose con la pared): Es una postura muy sencilla, lo único que deberás hacer es pararte en frente de una pared, eleva únicamente los antebrazos y apóyate con las palmas de tus manos en la pared. Da un paso hacia atrás, coloca el pie restante en la misma distancia respecto a la pared. Tu cadera debe estar nivelada con tus pies, posteriormente te inclinas hacia el frente y pones las manos contra la pared al nivel de la cadera. En esta posición intentas mover tu cuerpo como si lo estuvieses alejando de la pared, pero nunca separando las manos de ésta.