El yoga contra la depresión es excelente para tratar y optimizar el estado anímico de las personas, y contribuye a disminuir la tristeza dado a que al practicar yoga estás estableciendo una conexión con tu ‘yo’ interno, esto significa que el mismo lleva a cabo unas modificaciones de tus pensamientos y emociones para que se conviertan en positivos.
Es completamente normal que algunos días sientas tristeza, cansancio o melancolía. Son sentimientos muy comunes y que por lo general solo se presentan temporalmente, no obstante, en ocasiones pueden perjudicar el estilo de vida de las personas y allí es cuando la persona tiene que hacer algo al respecto para poder volver a ser feliz. Y no cabe duda alguna que una de los métodos más efectivos para combatir todo esto es el yoga contra la depresión.
Toda persona que algunas vez en su vida haya estado depresiva, sabe muy bien la profundida con la cual puede afectar ese sentimiento de tristeza, de sentirse desemparado en diversos ámbitos de la vida.
Inclusive, la depresión puede llegar a afectar tanto que estremece la base de la salud, tanto física como mental. Hasta el punto de que el hecho de socializar, ya sea con familiares o amigos puede tornarse un poc complicado.
La gran razón de que esto ocurra es que la mayoría de las veces, las personas se sienten muy identificadas con algunos factores que están propensos a cambios inevitables y aún así el apego que se desarrolla hacia estos es muy grande. Y a medida que los sentimientos y todo lo referente a cuando una persona que está deprimida empieza a persistir, entonces se vuelve más dificultoso liberarse de esos apegos y empezar a volvernos en todo eso con lo que uno se identifica.
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Beneficios del yoga contra la depresión
La práctica del yoga es muy efectiva para disminuir los síntomas relacionados a la depresión, inclusive esto está comprobado mediante estudios que fueron realizados. Por lo tanto practicar esta disciplina milenaria puede ofrecerte muchos beneficios para que así puedas curarte de la depresión.
Mejora tu estado anímico
La forma en la que reaccionas a nivel emocional a lo que acontece en tu entorno y a lo que sientes en tu interior, todo esto está influenciado por memorias del consciente y se condicionan por el inconsciente, además del comportamiento, pensamiento y funciones pertinentes del organismo. Cuando estás deprimido, es normal que te sientas triste, afligido, desesperado, desesperanzado, etc.
Desde tiempos remotos, la meditación y el uso de mantras repetidamente eran implementados como técnicas para mejor el estado anímico. Cuando se repiten los mantras y se complementa con el pranayama, hace que el efecto sobre el estado anímico sea más fuerte porque te estarás conectando con sensaciones positivas alejándote de la depresión.
Aumenta tu fuerza de voluntad
Cuando tienes depresión, esta perjudica directamente la forma en la que te percibes a ti mismo y también como percibes a los demás. Esto origina la pérdida de interés para realizar actividades cotidianas haciendo que dejes a un lado el cuidado personal y te distancies de lo social.
Sin embargo, cuando empiezas a esforzarte por sentirte determinado, reforzando tu fuerza de voluntad y proponiéndote objetivos a cumplir, además de complementar todo esto con la práctica del yoga contra la depresión, hará que rompas toda barrera de la depresión y dejes atrás comportamientos que no son funcionales.
Controla las funciones del organismo
El yoga es un tratamiento ideal para las dolencias físicas, problemas emocionales, maneras de comportarse y pensamiento que pueden ocasionar la depresión. Si se ve desde un punto de vista fisiológico, la depresión puede afectar a nivel físico, especialmente al sistema digestivo, cardiovascular, respiratorio y hormonal.
El efecto más fundamental de la práctica del yoga contra la depresión se evidencia mayormente en los sistemas simpático y parasimpático ubicados en el sistema nervioso. Asimismo, cuando la persona se encuentra deprimida ocurre un desequilibrio en esos sistemas y por ende influye en la forma en la cual nos sentimientos y en el comportamiento.
La clave para combatir la depresión con el yoga
Los diferentes factores, tales como el pensamiento, el estado anímico, la manera de comportarse y las funciones del organismo; todos estos pueden verse afectados por los recuerdos y algunos efectos que dependen del inconsciente.
Si la persona se compromete a practicar yoga a nivel personal, esto le ayudará a liberarse de esos pensamientos, obstáculos, aspiraciones, luchas, descuidos y comportamientos que no son para nada funcionales y solo logran disipar tu energía y que te mantengas deprimido.
Y tal vez te preguntes cómo es posible que el yoga pueda lograr todo esto en nuestro cuerpo tanto a nivel mental como físico, y la respuesta a esto es que esta disciplina purifica la memoria y atrae a la mente consciente factores relacionados a la mente inconsciente.
Cuando la persona es capaz de visualizar un modelo de manera clara y además se sienten y experimentan teniendo en cuenta que están propensos a cambiar y que es inevitable, entonces estarás dando el primer paso para liberarte y que no te influya.
Cuando purificas tu memoria, estás logrando que todo el esfuerzo que has realizado en los diferentes ámbitos mediante la práctica del yoga, y por lo tanto consigues un excelente resultado en contra de la depresión.
Las posturas del yoga contra la depresión
Janu Sirsasana
Debes sentarte y flexionar tu rodilla izquierda en sentido lateral a la vez que aproximas el talón al perineo, es importante que el empeine del pie esté en contacto con el piso. La pierna contraria tienes que estirarla y flexionar tu tronco acercándote a ella, procura tocar la punta del pie.
Setu Bandha Sarvangasana
Tienes que acostarte boca arriba y apoyar las plantas de los pies sobre el suelo, que estés cercanos a los glúteos y elevando de forma lenta tus caderas a la mayor altura posible. Intenta que el peso de tu cuerpo se enfoque en tus brazos.
Uttanasana
Ponte de pie con la espalda recta y las piernas juntas, no flexiones las rodillas, lo que debes flexionar es el tronco hacia el frente y tocar el suelo con las palmas de tus manos. A una velocidad lenta tienes que aproximas tus brazos a las piernas de manera tal que te dobles por completo. Conserva esta posición por un tiempo de dos minutos.