Cuidar la salud de la pelvis es importante, esta es una zona de la anatomía que se ubica en la parte inferior del tronco. La misma está constituida por huesos pélvicos de conexión y el saco. Puede decirse que la pelvis es similar a una especie de aro de huesos y es la cavidad en donde se hallan algunos órganos internos.
Asimismo, conjunto a los huesos de la pelvis, el torso se conecta con las piernas. La pelvis se divide en la pelvis grande y la pelvis pequeña; la primera se compone por el hueso sacro, una porción de la rama pubiana y fosas ilíacas, mientras que la pequeña se forma por los huesos que restas del sacro y cóccix, ramas isquiopubianas y cuerpo del pubis.
Del mismo modo, la forma de la pelvis depende del sexo de la persona, por lo que en las mujeres la pelvis suele tener más anchura y ser más baja, y el sacro es menos largo y más ancho que el de los hombres.
Son muchas las personas, mayormente las mujeres, que presentas problemas o molestias en la zona de la pelvis; y esto generalmente se debe a que tienen tal zona muy débil, ya sea porque se la lesionaron, porque hacen poca actividad física o por el embarazo.
Sin embargo, tales problemas pueden tratarse con la práctica del yoga, ya que hay bastantes posturas beneficiosas para la zona pélvica, lo mejor es que son posturas muy fáciles de ejecutar y que no tardarás mucho tiempo en notar resultados positivos, siempre y cuando la práctica de esta disciplina la lleves a cabo regularmente.
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Clasificación de la pelvis
Desde una perspectiva médica, la pelvis se puede clasificar en distintos tipos dependiendo de la estructura que esta tenga. Por lo tanto, se dice que los tipos de pelvis son:
- Pelvis androide: Es la estructura típica de la pelvis de los hombres, aunque en ocasiones es posible que las mujeres las tengan, especialmente las de raza blanca. Cabe destacar que estas pelvis no son ventajosas a la hora de tener un parto natural.
- Pelvis ginecoide: Es la más ventajosa para las mujeres que dan a luz por parto normal ya que se caracterizan por ser amplias y redondeadas, tornándose un poco elípticas.
- Pelvis antropoide: Su estructura es muy similar a la de la pelvis ginecoide, con la diferencia de que esta tiene una rotación de 90 °, lo que significa que su forma es como la de un óvalo o una elipse, y es la pelvis más común en las personas, específicamente mujeres de raza negra.
Consejos para conservar la salud de la pelvis con el yoga
Mantener la salud de la pelvis es de gran importancia, sin embargo para hacerlo tienes que estar al tanto de algunos factores y que si presentas alguno de estos lo mejor es que asistas a donde un médico. Entre estos factores podemos encontrar:
- Hace seis meses o menos de que fuiste intervenido quirúrgicamente en el área pélvica, en este caso deberás primero consultar con tu médico tratante para que te autorice e indique si puedes o no practicar yoga.
- Primero debes comenzar con posturas suaves y que las repeticiones de cada una estas no se excedan de las 3 repeticiones. A medida que vayas adaptándote a estas posturas, sí podrás aumentar las repeticiones, pero que ese aumente sea de forma gradual.
- No te apresures, no hay presión alguna en la realización de cada postura; lo único que conseguirás apresurándote es incrementar la posibilidad de padecer de una lesión.
- Es importante que cada asana que ejecutes lo hagas sintiendo comodidad y que no te generen ningún tipo de molestia. En caso tal de que alguna postura te resulte incomoda entonces se recomienda que disminuyas la intensidad de la misma.
De manera generalizada, las posturas de yoga para contribuir en la salud de la pelvis son muy fáciles de llevar a cabo, y lo recomendable es que hagas una serie de cada postura a diario.
Esto se recomienda aún más si no eres de hacer mucha actividad física o si tienes mucho tiempo inactivo físicamente o si presentas alguna molestia en tu pelvis. Luego con el transcurrir del tiempo estarás apto para ir experimentando con otras posturas.
Posturas cuidar la salud de la pelvis
La montaña
Es una de las más efectivas cuando se trata de conservar la salud de la pelvis, debido a su sencillez para realizarla y que además puedes hacer varias repeticiones de estas a diario. Con la realización de esta asana podrás notar mejoras en tal solo algunas semanas. Además esta postura se sugiere para optimizar tu postura, disminuir los dolores de la espalda y ser más elástico. Inclusive es una excelente manera de relajar los músculos. Para su realización deberás:
- Colocarte de piel con la espalda completamente recta, tu cabeza debe encontrarse un poco levantada y estirando tu cuello, sin esforzarte de más.
- Respira de manera profunda, juntando tus piernas, y tus pies deberás presionarlos entre sí.
- Tienes que relajar tu cuerpo completamente e ir separando lentamente tus dedos; luego repite nuevamente el procedimiento para que juntes tus piernas y liberes presión.
- Posteriormente tienes que distribuir igualadamente tu peso entre las dos piernas y hacer presión en tu vientre, después elévate de manera lenta.
- Tus brazos deberás extenderlos hacia tus lados y conservar las palmas de tus manos en tus muslos, tus dedos júntalos con el objetivo de que apunten hacia abajo y estirar tu espalda. Conserva esa posición por 30 segundos y haz 3 repeticiones de la misma.
Upavistha Konasana
Es una postura bastante popular y muy conocida, y esto se debe a su efectividad para el cuidado de la salud de la pelvis, y que podrás notar mejoras desde el primer momento en que la llevas a cabo. Para ejecutarla debes:
- Sentarte con tu espalda recta, separar tus piernas entre sí a una distancia considerable, de hecho lo máximo posible.
- Luego de que te encuentres en tal posición, sigue manteniendo tu espalda erguida y dóblate hacia el frente procurando tocar el suelo con tu frente.
- Para finalizar tienes que tocar los dedos de tus pies con tus manos y mantenerte así por alrededor de 2 minutos, luego con la práctica debes incrementar ese tiempo.
Ananda Balasana
También conocida como la postura del bebé y es muy útil para aumentar la flexibilidad de las caderas y conservar la salud de la pelvis, sobre todo si se tiene algún problema crónico en las mismas. El proceso para llevar a cabo esta postura es el siguiente:
- Tienes que acostarte boca arriba, subir las piernas de manera tal que tus rodillas toquen tu pecho.
- Posteriormente, agarra los dedos de tus pies y estira tus piernas hasta que estén erguidas en el aire.
- No se precisa que las rodillas se estiren por completo, por ende las puedes flexionar de forma mínima para que así eviten sentir dolor mientras respiras.
- La duración de esta asana se sugiere que se encuentre entre las 5 respiraciones.