Las asanas básicas del yoga sin lugar a dudas son una práctica que permite una unión simétrica entre el cuerpo y la mente de las personas. De hecho el significado de la mismísima palabra yoga es ‘unión’, además de una de las disciplinas más antiguas de la India.
Las asanas básicas del yoga además de brindar paz físicamente también la brinda a nivel mental, haciendo de ésta una disciplina que destaca a gran escala. El yoga es capaz de relajar y liberar toda energía negativa que posea una persona, y esto es uno de las principales razones que motiva a la personas a ponerlo en práctica.
Asimismo, otro motivo que impulsa a que las personas lo practiquen es que puede ayudarlos a combatir contra trastornos psicológicos como el insomnio, la ansiedad y el estrés, haciendo énfasis en éste último dado a que está comprobado que cuando se practica asanas básicas del yoga el organismo disminuye los niveles de cortisol, la cual es la hormona responsable del estrés, permitiendo así que las personas puedan relajarse adecuadamente.
Y no solo se trata del estrés, sino que con las asanas básicas del yoga también es posible optimizar la capacidad de concentración, dado a que cuando el mismo se lleva a cabo posibilita que la persona se desconecte completamente de su entorno, y esto es muy beneficioso. En palabras generales el yoga te puede brindar increíbles beneficios si lo practicas, como el coordinarte mejor, optimizar tu flexibilidad y estabilidad, haciendo de esta una disciplina a la cual es difícil negarse.
Si tienes una vida bastante ajetreada y con poco tiempo libre disponible, no pienses que no puedes practicar asanas básicas del yoga, ya que para eso no es necesario precisamente ir a clases, sino que también es posibles que lo practiques desde la comodidad de tu casa; ya que hay mucha asanas bastantes simple de realizar que las podrás ejecutar sin ningún tipo de dificultad.
Y lo más importante de todo, es que la práctica asanas básicas del yoga es apta para todas las edades, por lo tanto no importa si la edad es de 5 años o de 70 años, toda persona está capacitada para su práctica. Esto se debe a que las asanas básicas del yoga deben realizar de una forma lenta, teniendo siendo presente la capacidad de concentrarse y coordinar las posturas con las respiración y la consciencia.
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¿Qué son las asanas básicas del yoga?
La palabra asana puede traducirse de manera simple como postura. Por lo tanta cada postura que se realiza en el yoga es denominada como asana. Y las asanas posibilitan la unión del cuerpo y mente dado a que permiten el establecimiento de una especie de diálogo bastante profundo con el propio cuerpo así también se hace posible la exploración y aceptación del entorno físico.
Además, las asanas básicas del yoga facilitan la comprensión acerca de cómo funciona el cuerpo y las diferentes maneras de estimularlo para poder conservar un equilibrio y simetría. De este modo, como brinda una armonía entre cuerpo y alma, también aporta salud tanto física como mental.
Ten en cuenta que las posturas del yoga van más allá de lo visible, no solo se trata de estirarse para tonificar el cuerpo, sino que las asanas son una puerta hacia la estabilización de las energías y centros psíquicos del cuerpo.
Los fundamentos de las asanas básicas del yoga
Es importante tener en mente que las asanas del yoga no se trata de una finalidad en particular, sino que más bien deben considerarse como un camino para llegar mediante la concentración a la tranquilidad y paz tanto mental como física. Por lo tanto cada asana que se realiza tiene que tener una razón que permita brindarle atención a determinada parte del cuerpo, para así aprender cómo trabajan conjuntamente el cuerpo y la mente y cómo van evolucionando a medida que se van ejecutando las diferentes asanas.
Antiguamente fueron descritos dos factores que son trascendentales a la hora de practicar el yoga, los cuales son el sthira y sukkha. Sthira hace referencia a estar firmes y en alerta, mientras que sukkha significa la aptitud para mantenerse confortables al realizar una asana.
Cuando se están llevando a cabo las diferentes posturas, las personas que están viendo a los practicantes del yoga no pueden ver más allá de los físico, por ende no pueden saber la forma en la que se respira ni la manera en la que trabajan en conjunto la respiración con los movimientos, y los más trascendental de todo, no pueden notar cómo la persona percibe a la respiración. Por ende, cuando se respira es posible mantenerse en alerta y nos aporta información acerca de lo confortable que puede llegar a ser una asana, de ahí lo crucial de la respiración en las asanas básicas del yoga.
Las principales asanas básicas del yoga
- La cobra: Ponte boca abajo, junta tus piernas y estíralas teniendo los brazos doblados y apoyando las manos al nivel de los hombros. Alza las piernas conservándolas adheridas al suelo mientras que al mismo tiempo te sujetas con tus brazos y bajas tus hombros, luego elevas tu barbilla. Deberás mantenerse en esta posición por treinta segundos, y luego te tomas un descanso estando boca abajo. Posteriormente vuelves a repetir el procedimiento.
- El árbol: Deberás estar de pie manteniendo las piernas rectas, y justas las palmas de tus manos por encima de tu cabeza flexionando los codos. Levanta una de tus piernas y apoyas la planta del pie de esa pierna en el muslo inverso. Conservas esta asana por 30 segundos y sigues los mismos pasos con la pierna restante.
- El perro boca abajo: Primero tienes que estar de piel e inclinarte hacia el frente hasta que logres apoyar tus manos en el piso, manteniéndolas a una distancia similar a la de tus hombros. Luego debes forma un triángulo con tus piernas y brazos. Posteriormente inclina tu cabeza hasta debajo de forma tal que quedes mirando al piso. Tienes que mantener esta postura pro veinte segundos mientras controlas tu respiración.
- El águila: Comienzas estando de pie, dobla tus piernas e inclínate hacia tu izquierda. Luego cruza tu pierna derecha por encima de la otra de forma tal que el tobillo de tu pie derecho toque al gemelo izquierdo. Luego flexiona el codo hacia la derecha y juntas tus manos a la altura de tu rostro. Mantienes esta asana por treinta segundos y repites el proceso con la otra pierna.